miércoles, noviembre 24, 2010

Colectivo

Y me pregunto una y otra vez qué es lo que hago aquí. Paseo la mirada por la comisura de los labios del joven de enfrente, que tiene es cosa blanca que no me deja concentrar. No entiendo por qué voy camino a tu casa. Mientras sigo mirando a todos y me detengo en el punto donde sólo veo la ventanilla y la calle, detrás. Un callejón estrecho se abre paso entre dos casas de concreto, por un segundo veo la cortina saliendo por una ventana que no reconozco, al fondo del callejón al lado de una puerta pequeña que anuncia potable.

Me perdí en ese sueño hasta que llegamos a la base, aún sentía el viento de la playa llevando arena hasta mis pies. Fue un hombre viejo el que me despertó con la mano en el hombro. No puedo recordar el camino de regreso, ni hacia tu casa. No me importa seguir viviendo. Comienzo a bostezar a ver si así despierto de verdad.

La primera vez solo quería que llovieran lunetas de durazno en almíbar. La segunda se la comieron todos menos yo, anduve repartiendo viento hasta que se secó el sentido. Tercera vez que te digo que vuelvas antes de que el mundo se acabe, salen con historias de imperios, pero yo solo quiero filosofía de imposibles y prohibidos.

martes, noviembre 02, 2010

vida-Luz-muerte

Ir allá contigo, estar como parte de ti. Quiero volver a tus brazos en el filo infinito de la aguda verdad. Recostarme luego a tu lado mientras tomas la mano a perdidas historias, a cuentos antiguos y versos de invocación. Quiero sujetar el humo que exhalas, que me rodea a tientas mientras cubre la atmósfera de pesadumbre y sueños de mundos activos mas allá del umbral de la visión perenne de los hombres nuevos. Vaciarme por completo sobre el frasco de mis recuerdos ante la bastedad de la vacuidad de las palabras sería el significado de tu presencia, quiero sentirte aquí.

domingo, mayo 30, 2010

Último piso

No existe nada tan verdadero como la soledad.

No existo ante tanta bastedad, en mi cuarto, aumenta el nivel del mar. Las palabras agobiantes de martirios absurdos rondan la escalera, el caracol que te lleva al último piso. No pienso dejarles entrar, aquí solo cabemos nosotras dos.

Se inunda el agujero de mi bolsillo izquierdo con las aventuras from muy reckless mind. El derecho siempre humedecido por el sudor de la mano, que a tientas llega a tocar la puerta del vagabundo.

-Qué el bienestar se quedó a cenar, quizá vuelva mañana.

lunes, mayo 17, 2010

A donde se fue abril II

-Le gustaba caminar por las noches mientras los demás dormían en la inconsciencia del amanecer inmediato. Surcaba ilustraciones de países lejanos con brochas de 2 pulgadas hechas de mi cabello enredado. Cuando daban las siete y siete, siempre metía la cabeza donde ninguna otra cabía, buscaba un sitio distinto cada amanecer. Era entonces cuando gritaba hacia el infinito de la calentura cuánto amaba deslizarse por las ramas del ensueño vida.-

Otro Gato dobló a la esquina y no pudimos verlo más. Sin embargo sus palabras descubrieron ante los oídos sordos de mi anciano cuerpo un paradigma antiguo. Mi mano solía contarme cuando niña de él. Se supone que cada uno tiene un cada cuál para cada cosa, como si todos tuviésemos un lugar en el plato del porvenir, uno de paladar muy fino.

Hay mañanas como ésta en que quisiera volver a la Casa Grande, caminar con el Gato en las madrugadas húmedas con el amanecer a cuestas. La salamandra no volvió a brillar después de que se fuera Otro Gato, Julia nunca supo dónde la ocultábamos.

lunes, marzo 22, 2010

noche bohemia

Mi cama estuvo sumergida en un grito inaudible, constante ruego por un abrazo del mas puro significado amoroso. Nadie quiere estar solo, pero conmigo no está su compañía anclada al presente, pensaba. Transcurrían las eventualidades como si nadie estuviese para observarlas.

Entonces me encomendé pertenecer a mi momento, aterrizar los pies y sentir con mucha fuerza las alteraciones del espacio que se suceden en los alrededores, sin embargo, aún estaba ausente de mi.

Una noche simple, de esas que te hacen caer en manos de la vagancia para ver si te pierdes o te encuentras, el viento sopló fuerte llevándome con las hojas hasta donde estaban ustedes. Recorrió el universo entero una chispa tornasol y fue recogiendo polvo estelar, para ir a dar entre tu mirada y la mía, salpicándolo todo de colores. Un dragón sabio nos llevó a cenar, catalizó la reacción que habría entre nosotros. Tus palabras me llenaron los huesos de deseo aquamarina, y para cuando terminó la plática, mi piel ya era cómplice de tus aventuras y las suyas. Podría haberme comido otra galaxia junto contigo, aderezada con tu piel suave que llevaba escrito en tinta invisible "bésame". Me detengo un momento, y vuelvo a imaginar esa noche, me gusta asi tal cual... no cambiaría nada, a pesar de los pesares.

El tiempo es poco cuando hay muchos deseos de conservar las sonrisas, es mucho lo pequeño, y poco lo grandioso. Las manos que se dejan libres son como el viento en febrero, son tus manos sonidos tenues que me hacen estremecer en libertad.

domingo, febrero 14, 2010

aventurarme a saltar

Para entender lo que dice el viento tras las cortinas, al cruzar la ventana, sólo tengo a mis sentidos. Es cuando dudo de la realidad que conozco temeroza de haber mal entendido el mensaje aéreo.
Pero no me queda más que confiar en esta imagen proyectada en mi mente conciente,
aventurarme a saltar.

No habrá nadie que vuele como yo
no existe suelo como aquél que puedo ver
nada es como lo es para mi

Sin embargo te escucho, te puedo ver volar a lo lejos, sobre el mismo suelo. Puedo verte llorar cuando la corriente amenaza con hacerte chocar contra las rocas. Admiro la forma en que planeas sobre la llanura, mientras la lluvia moja tu cuerpo igual que al mio.


No puedo ver el suelo como tú
no sé de que forma sientes volar
nada es como lo es para ti

lunes, enero 04, 2010

Vacuidad que raya en lo risorio, llena de ruido y tráfico. La ausencia de distracciones inmediatas que puedan conmigo los mantienen alejados, en lo profundo es como si no existieran. Las personas que pasan me miran de reojo y si llegaran a notar que los he visto hacerlo, apuran el paso. Dentro me suena la tonada que cantas por las mañanas, tu voz inmediatamente proyecta tu boca en el espacio, con ella la barba, la naríz, los ojos. Aquello que estuvo lleno de nada, se vacía contigo y ese delicioso sopor al despertar a tu lado. Abrazan los segundos a la espontánea canción, al recuerdo de la sensación que me provoca observarte, olerte. Sin embargo, apenas un instante pasa y lo pierdo, tu holograma se esfuma entre átomos de oxígeno que inundan mis alveólos dejando que viva otro poco.

Libélulas tornasol

Libélulas tornasol
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