lunes, junio 22, 2009

buscando mi Tregua

Ayer hable de tí con un amigo, que creía mas tuyo que mío. No fué precisamente agradable, tampoco un disgusto. Fué tierno de su parte, le noté cierta preocupación por mi salud sentimental. En resumidas cuentas, el cree que eres un cretino. Lo dijo antes que yo dijiera cualquier cosa, así que no tuve que ocultar mi resentimiento ni un segundo.

Le dije que me destrozaste, aún no entiendo por que sigo creyendo eso, te da demasaido poder. Quisiera que aun tuvieses poder sobre mi, es eso. Creo que si hablo de ti de esa manera aún eres parte importante, o mas bien, yo soy parte importante. Por que si recuerdo bien, ese día fuí yo misma quien se destrozó, quién se desgajó en la banqueta de un camino que no pudo ser mas horrendo. Dije las cosas mas profundas, las mas dolorosas, las verdaderas. Mis cosas. Lo dije, buscando que me rescataras de mi propio concepto de "mi", esperando que el amor, tu amor, me ayudara a comprender mi existencia. Fué inútil y muy doloroso ver que te regocijabas en mi flaqueza, cómo gozabas en lo no tan superficial que tus predicciones sobre quien soy se hacian realidad ante tus ojos.

Tu "amigo" me dijo que eres egoista, inlcluso malo, hasta marro te concidera. Y yo, no te defendí, ni te ofendí. Me tocaba escuchar, estoy cansada de hablar, y él tenía muchas cosas que decir que me interesan. Mirarte desde su historia fué como mirarme a mi misma desde la televisión, tan ajena, tan enajenante. Me dí cuenta que, si por mi fuera, leería el periódico de tu existencia, asistiría a tus sueños y aún mas, miraría por la ventana mientras ustedes hacen el amor. Me sentí agradecida con él, con el universo por mostrarme al tú de los otros, al de los que te han vivido sin que les digas que los amas, al feo y retorcido tu que no quería aceptar.

miércoles, junio 17, 2009

Un sueño me acosa. Un hombre me mira. Un segundo me roza. Un suspiro me invade. Siempre alguna u otra cosa, siempre algo, nunca nada.

Detesto la individualidad obligada que tengo. Cómo quisiera no ser, y solo sentir. Y hacer se me vuelve arenas de recuerdo, pierdo instantes, siento que los pierdo.

Hojeo dos o tres veces, aún no comprendo. Lo hago de nuevo, creo que entiendo. Prueba la historia que no, no entiendo nada, y me gusta. Me regocijo en la incertidumbre de la cronología humana, me retuerzo también.

Cúanto deseo no fijar mi vista en los cuentos ajenos, sino vivirlos. Estar en ellos, en tí de nuevo. No temo que me olvides, es solo que me gustaría conocer tu historia desde adentro. Me gustas tanto.

Quiero ir al campo, respirar el trabajo, sudar la dignidad del que quiere comer, del que quiere amar a la muerte. Correr hasta que las rodillas tiemblen, y seguir con mas fuerza. Vivir sin juzgar a nadie ni a nada, sin temer, sin llorar.

Entre más busco, menos creo. No existe imagen que defina todo, y todas ellas me definen. Falto. Me salto las afirmaciones con la esperanza de que nunca me alcancen.

No mas sufrimiento de mis hermanos, no necesitamos vivir así. ¿Por qué unos se empeñan en construirse através del pesar de los demás? no dejemos que nos arrastren por la alacantarilla de su falsa felicidad, de la cómodidad compartida, de la contaminación del alma y del planeta. Ellos tampoco se dan cuenta, o quizás si, no me interesa por ahora.

Ya encontraré la manera.


P.D. Déjame amarte, déjame amarme

Libélulas tornasol

Libélulas tornasol
Creative Commons License