miércoles, marzo 18, 2009

0:47

Se siente el cuerpo, aveces, y como si fueses alguno vivo, cambias. Se piensa el espacio como un lugar dónde existen las cosas, mar de néctares. Se concibe una idea bajo la sombra del juicio, sensato, y como si hicieres bien, la expresas. Conspiras una revolusión del pensamiento, migajas exparsidas. Se posa un ojo en el gato y el otro en el garabato. La carne inmóvil se huele llenar la atmósfera pobre de ésta ciudad tan roja y gris.

Entre un paso y el otro te pienso solo sin esto. Al siguiente detesto tenerte en mi mente. Recurrente actitud es esa de concebirse solo, como un individuo, único y diferente. Es un, me digo en silencio que no estoy sola.

Libélulas tornasol

Libélulas tornasol
Creative Commons License